De nuevo la noche atrapa a Pierrot mientras contempla las estrellas. Sus ojos inquietos admiran la culminación del viaje más largo jamás soñado. Una mirada fugaz a la eternidad que se esconde cada noche con la llegada de un nuevo día.
Ante él se muestra la paciente obra trazada por un pulso que no teme a ese enemigo tan humano que es el discurrir del tiempo. Un discurso hecho luz destinado a sobrevivir verdades y mentiras. Un diálogo sin palabras que nos habla del insalvable abismo de la soledad y de la obstinada tendencia a caer de nuestros cuerpos en movimiento.
Y, en ese momento cualquiera, las estrellas le vuelven a explicar a Pierrot que no hay momentos que no merezcan una caricia, una sonrisa o un beso. Le recuerdan que la felicidad es un ejercicio de confianza en la vida y que el miedo nos roba un momento tras otro… un tesoro tras otro. Comprende, en definitiva, que la cadencia que marca nuestros pasos no atiende a la lógica que gobierna nuestras bibliotecas, sino a los latidos de nuestro propio corazón.
Bonito escrito, un ponedebuenas muy bien trazado. Gracias.
🙂
son excelentes tus textos sobre pierrot.
yo soy un fantatico de el, me siento muy identificado, por avisame cuando vuelvas a publciar otro texto.. y q sea pronto!!!
jajaj
buena suerte y hasta luego
Muchas gracias por tu generosidad, Pablo. Sin ánimo de falsa humildad, considero mis textos objetivamente mediocres, pero no por eso voy a relegarlos a un plano oculto de mi vida. Me gusta escribirlos de vez en cuando y ahí los dejo, como dijera Lord Byron, para que se hundan o naveguen.
Por otra parte, supongo que entenderás que no puedo compromerme a avisarte cuando escriba uno nuevo. Si realmente te gustan, vuelve por aquí de vez en cuando. Mis palabras estarán deseando cumplir con su naturaleza: ser leídas.
En cualquier caso, gracias. 🙂
y al final nunca mas escribiste…
o me equivoco?
Bueno, Pablo, simplemente surgen. Si tuviera que hacerlo de manera premeditada, no lo haría. Supongo que en cualquier momento volverá esa voz para decirme: ‘Hola, David. Tengo algo que decirte’.
Así es como funciona. 😉
– Espejo rombo, máscara de Arlequín, ¿qué teatral pasión me atrapó?- Pregunta Colombina.
Pierrot crea la intriga.Rompe el espejo, respuesta de la que él querría su roja historia.
(Hecate)
– 😀
Holaa!! me encantan estos fragmentos de Pierrot, son muy buenos..
Sólo kiero preguntarte.. tienes un fotolog??
es ke ahí los encontré primero, y luego los comencé a buscar en Internet.
saludos!
Hola, sonrisa. Gracias por lo que dices de los fragmentos.
Respecto a tu pregunta, no, no tengo fotolog de esos. Y la verdad es que no entiendo bien eso que dices de que los encontrastes ahí primero. No sé… ¿Qué quieres decir?
Salu2
😀