«Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad.»
Fragmento de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América redactada por Thomas Jefferson el 4 de Julio de 1776.
«Rana Obeidy caminaba de vuelta a casa con su hermano cuando fueron disparados por soldados americanos. Su hermano murió.»
América, ¿por qué están llenas de lágrimas tus bibliotecas?
Llegué a ver a Ginsberg en el Círculo de Bellas Artes… no recitó América pero fue inolvidable.
Por cierto, este verso me lo posteo ahora mismo en bibliotecosas ;0)
Es curioso cómo son las cosas, Iulius. Estaba preparando una especie de vídeo con esa poesía para ponerla en el blog. Qué cosas.
:d